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¿Cómo elegir mi cartera?


A veces los impulsos femeninos son erráticos. Pero, nadie nos puede discutir que siempre buscamos la forma para enmendarlos y hacerlo bien a la próxima. 

En esta ocasión nos referiremos al desacierto que pudiéramos cometer al comprar una cartera o un bolso. Por ejemplo, vemos una y nos “enamoramos” de ella y sí, “la quiero tener” y pensamos: “Es la que buscaba hace tiempo. Me gusta mucho”. Nos cegamos y no pensamos nada más que en tenerla. Ya es mía y punto. 

Sin embargo, a veces, cometemos una omisión que pasaremos a considerar para cuando necesitemos una, porque siempre necesitamos, y la vamos a buscar. Tratemos de recordar algunas de las siguientes recomendaciones, para así no dejarla arrumbada en nuestro closet al poco tiempo, porque no es mi estilo u otra razón evitable.

Detengámonos a pensar, para que eso no nos suceda, lo siguiente: ¿dónde y cuándo la queremos o podremos usar?; ¿para qué la vamos a usar?. Aunque, esto último no es tan preciso, porque siempre la destinaremos para echar en ella, nuestras cosas, que generalmente no son pocas pero, que necesitamos llevar al salir. Esto es indiscutible, casi siempre, si es salida de día, las llenamos de cosas.

Repasemos, ahora, en cómo somos nosotras, en nuestra apariencia, en nuestra fisonomía: ¿Somos altas o bajas?, ¿Somos “gorditas” o somos delgadas?.

Trataremos de responder las primeras dudas. Si la queremos para ir al trabajo, sugerimos que sea tipo bolso (hasta puede ser una mochila elegante),  y si es una cartera más formal, que sea un poco recta para tu laptop, agenda o Tablet y las cosas que sueles llevar para una jornada larga fuera de casa. 

Ahora, si vas, siempre de día, a juntarte con amigas en un café o restorán, trata de no ir con una cartera grande, porque no sabrás dónde ponerla. A la larga te molestará. 

Si es para uso nocturno: un evento social, cena, casamiento, fiesta o cóctel. Elige siempre una cartera chica, aunque sólo podamos guardar el celular, un cosmético y documentos menores. Es un problema, pero se puede. La cosa es que por pequeña te debe realzar tu figura. 

Si eres bajita te quedará bien. Si eres alta y delgada, podrías usar una colgante, siempre pequeña.

Y entramos al tema de nuestra fisonomía. Para las bajitas hay que buscar una carterao un bolso que no debes llenar de cosas, porque va a deformarse y no te quedará proporcional a tu cuerpo. Ojalá sea de corte rector y si eres delgada puedes buscar una que tenga más redondez en su forma y también puede ser de tirantes más largos.

Los colores, siempre deben ser a tu gusto, pero nunca debe faltarte una cartera negra. Considera que las de colores fuertes son ideales para las temporadas de primavera y verano y las de colores más opacos, como podría ser el gris o el café moro, para invierno. Pero, siempre en armonía con tu vestuario.

Y ahora, si deseas salir rápido y tranquila, aunque debas llevar otro bolso porque vas de compras, nada mejor que una bandolera, por la comodidad que te da al cruzártela, como también por la seguridad, al tenerla siempre, muy cerca de ti. Mejor, pegada a ti.Considera y recuerda esto siempre: todas las variaciones de carteras que existen son accesorios emblemáticos que si bien sabes combinarlos, resaltarán siempre tu persona, donde y por donde vayas. 

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Cómo cuidar nuestras preciadas carteras

Uno de los tantos tesoros que nos gusta preservar, son las carteras. Pero muchas veces  descuidamos el cómo mantenerlas tan intactas, como cuando las elegimos al comprarlas. Algunas personas tienen la dedicación para ello y otras, simplemente, no tienen el tiempo.

Una vez adquirida, debemos saber o ver dónde la guardamos: puede ser en un estante, ubicándola de perfil para dar espacio a otras; o bien, colgarla dentro del closet, en una percha superior a la de la ropa o simplemente, en una caja que puede ser ubicada en el closet o bajo la cama.

Además de este resguardo es preciso saber cómo cuidarlas. 

  1. Recubriéndola con una funda o una bolsa, protegiéndola de la luz, sin colocar nada encima para protegerla de manchas, como el aceite u otro, y/o que pudiera provocarle una deformación.
  2. Y resguardándola también del polvo. Si no hay una bolsa adecuada, (tratando de evitar el uso de lo plástico) buscar una funda de almohada. Es una buena protección.  
  3. Si piensa guardarla por un tiempo mayor, por no estar de moda o porque es de otra temporada, hay que dejarla limpia, para ello se le pasa un paño humedecido con champú, seguidamente el paño sólo con agua y finalmente, uno seco para que no le queden residuos del jabón y del agua. Ojalá, dejarla secar en forma natural.
  4. Jamás guardarla en un lugar húmedo.
  5. Otro detalle importante. No tomar la cartera con manos sucias,  con grasa ni con algún elemento pegajoso. Y si se desea llevar maquillaje dentro de ella, que es lo usual, lo mejor es usar un cosmetiquero, para evitar desparramar los cosméticos, cuyas manchas  son  muy difíciles de limpiar. 
  6. Y sobre el interior de la cartera o bolso.  Muchas veces, va tomando algunos olores desagradables y para quitarlos, se sugiere ubicar una buena cantidad de bicarbonato en una funda de género, durante 24 horas. Y adiós pestilencia.
  7. Otra medida que si no se asume, sí que es fatal: no utilizar un lápiz pasta cerca que pueda rayarla y ahí ese sería un golpe mortal pues es, por no categorizar como imposible, limpiarla. Ese descuido, quedará para siempre.

Esperamos te sirvan estos consejos.

Tus amigas

Cami & Jackie